El movimiento feminista en Irán atemoriza al Gobierno de Mahmud Ahmadineyad desde
internet, el campo de lucha de ’ciberactivistas’ que reivindican la igualdad de
derechos con el hombre y protestan contra la rigidez del régimen .
Las políticas de Mahmud Ahmadineyad están suscitando una ola de oposición interna
que hace que el régimen se tambalee. Sus expresiones más visibles son las
protestas por la campaña para que las mujeres cumplan rigurosamente con el código
de vestimenta islámico. Pero el movimiento feminista se ha hecho fuerte en
internet, un medio que utiliza para eludir la férrea censura. Entre bastidores,
la política iraní vive una época convulsa. Una gran coalición antigubernamental
intenta generar una segunda revolución por la vía de las urnas para impedir que
el ultraconservador dirigente acceda a un segundo mandato. Los progresistas
leales a Jatami y los conservadores pragmáticos que siguen a Rafsanyani se
preparan para derribar el régimen.
La moda y la tecnología se han convertido en los dos látigos del régimen de los
ayatolás. Y es que desde que el actual presidente, el ultraconservador Mahmud
Ahmadineyad, llegó al poder en 2005, vestir a lo occidental, llevar un corte de
pelo a la última o defender en un blog de internet que se deje de discriminar a
las mujeres son valientes actos de resistencia política contra el paternalismo y
el involucionismo del actual Gobierno. Los iraníes ven las decisiones del
Ejecutivo como un paso atrás en los avances sociales y políticos conseguidos
durante la época de Mohamad Jatami. Ahora, imperan el rigor, la moral puritana y
los formalismos.
La blogosfera se ha convertido en un manifiestódromo virtual en contra de las
injusticias del régimen y son sobre todo las mujeres las que se valen de la
tecnología para eludir la censura. Actualmente se editan en farsi alrededor de
700.000 blogs y de ellos la mitad son gestionados y escritos por mujeres.
Bloguistán es el nuevo refugio de los activistas pro Derechos Humanos. Así llaman
en farsi los internautas a este espacio para la protesta que escapa con más
acilidad a las redadas policiales.
Aunque sólo aparentemente. El resquicio de libertad de bloguistán se ve
frecuentemente acosado por las autoridades iraníes y las detenciones de las
cibernautas que los dirigen no dejan de sucederse. El pasado marzo cuatro
ciberfeministas fueron condenadas a penas de cárcel por abogar en sus webs por la
mejora de la situación de la mujer en Irán. Se trata de cuatro activistas que
lanzaron la campaña Un millón de firmas para conseguir la modificación de las
leyes que discriminan a las mujeres en páginas como We Change (www.we-change.org)
y Zanestan (http://harlandmag.info). Se las acusa de «atentar contra la seguridad
nacional» por enarbolar eslóganes como: «Los derechos de las mujeres son los
derechos del hombre». Se enfrentan a penas de entre seis meses y dos años y medio
de prisión. Las cuatro militantes se encuentran el libertad, en espera del juicio
de apelación, según fuentes de la organización Reporteros sin Fronteras (RSF).
«A pesar del permanente acoso que sufren sus miembros, el movimiento feminista
iraní se desarrolla y atemoriza al Gobierno. Actualmente, internet es el campo de
una lucha de estas mujeres que simplemente piden disfrutar de unos derechos
equivalentes a los de los hombres, y se quejan de que se siga manteniendo un
régimen tan rígido», manifiesta RSF. Cuando un sitio se cierra o se bloquea, sus
creadores abren otro nuevo, bajo una nueva dirección. «La censura nos vuelve más
creativas», confiesa la blogger que se oculta bajo el nombre de Parastoo.
El movimiento feminista iraní es muy activo, como confirma María Jesús Merinero,
profesora de Historia Contemporánea en la Universidad de Extremadura y autora del
ensayo Resistencia creadora en Irán (Biblioteca Nueva, 2007). Lucha por modificar
un sistema jurídico que las considera menores de edad pero que les exige más
responsabilidades penales que a los hombres (son mayores de edad a los 9 años;
los hombres lo son a los 15) y en cuestiones de derecho familiar, las margina.
Las feministas iraníes no son un movimiento homogéneo. Hay laicas, islamistas y
mujeres de distinta extracción social. Pero todas están unidas para trabajar en
la misma dirección, conseguir la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.
Los blogs les sirven para sentirse unidas a feministas y mujeres de todo el
mundo», explica Merinero.
Al margen de la represión, el universo virtual facilita a las mujeres una nueva
forma de expresarse, resistir y romper tabúes sociales como hablar sobre la vida
sexual. «Para las iraníes, es un medio de decir: ’Resistimos y continuaremos
movilizándonos, sin importar a qué precio’, pese a las detenciones, pese a las
agresiones», comenta la socióloga Maserat Amir Ebrahimi al diario Le Figaro.
Internet es un arma para los activistas de Derechos Humanos pero también para los
periodistas. Ante el cierre de los periódicos críticos contra el régimen, los
periodistas y los intelectuales vuelven sus ojos hacia la comunidad global. Más
difícil lo tienen otros sectores de la sociedad, que no pueden tener un escape
virtual ante la rigidez del régimen.
La reciente campaña de cara al verano para que las mujeres respeten rigurosamente
los cánones islámicos en el vestir ha hecho que surjan nuevas protestas. Sin
embargo, la forma de vestir no define la forma de pensar. «Fundamentalmente, las
mujeres están contra la imposición y la obligatoriedad de llevar el chador
[túnica negra que sólo deja al descubierto cara y manos], que es una muestra más
del régimen patriarcal y paternalista que existe. Llevar hiyab [pañuelo] da
facilidades a las mujeres para participar en la vida pública. La alternativa de
negarse a cubrirse implica no poder salir de casa y esa opción, lejos de ser
libertaria, es en el fondo tradicionalista: significa no estar presente en la
esfera pública», comenta Merinero.
Fuente R.Meneses
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